siéntate a comer...a comer!!

Para nosotros los laicos (no soy un monje iluminado del Tíbet) practicar zen se hace complicado, pues no puedes sentarte a toda hora. Sin embargo, esta filosofía puede ser practicada cada segundo, de una forma sencilla, como ya lo decia el maestro: "cuando comas, come".

Tenemos la costumbre de realizar muchas cosas a la vez por aquello de que "nos falta tiempo". Pero, si dedicamos nuestra atención a una cosa a la vez, ocurren cosas maravillosas. Los invito a probarlo. Siéntense a leer un libro, y léanlo, no se distraigan con nimiedades, sólo léanlo, empápense en el sentir y pensar del escritor, transpórtense a su mundo y verán como lo disfrutan más. "Cuando comas, come", si, siéntense a comer y apaguen el tele, dejen la revista a un lado y no conversen, verán como cada sabor, cada aroma se siente mucho más. A veces, sólo me acuesto en la cama y dejo que los pensamientos fluyan, sin control, a su gusto. Es como sentarse a ver tele. Las preocupaciones se entremezclan con los deseos, las alegrías, etc. Dejo todo fluir y saco cada pensamiento que me interesa, lo analizo y sigo buscando. ¿Control mental? no, es organizar las ideas, priorizarlas.

El zen cotidiano puede ser divertido y si es aplicado en lo laboral, muy productivo. A ver, haz tu trabajo dejando todo de lado, como si esa tarea que haces en ese momento fuera lo único que debes hacer en el mundo, como si fuera lo último que harás jamás. Te aseguro que saldrá todo bien he incluso si algo sale mal, podrás resolverlo e manera sencilla, porque tu atención estará allí. ¿El secreto? disfrutar lo que se hace, vivir el instante.