8.11.11

Sucede que a veces me provoca bloguear

    El título de este blog debería ser: "Un hombre poco común bloguea cuando le place", porque de diario ya no tiene nada. Poco común, por no decir extraño. 

    Antonieta (Blueesoul) siempre me dice que extraña leer mis posts, creo que es la única, porque hace mucho que nadie se da una vuelta por aquí. ¿Será porque me dediqué a tuitear? No creo, ya antes de eso había bajado mi producción de posts. 

    Hay quienes cerraron su blog para crear otro que también cerraron, ciclo que en algunos casos se hizo ridículamente absurdo. Otros simplemente desaparecieron sin dejar rastro.

    Estamos los que nos "mudamos" al microbloging y los que continuaron en la blogesfera para luego convertirse en "divos" del microblogging. En fin, el blog se niega a morir y por eso he decidido volver, de a poco, a escribir por aquí...

4.4.11

Tao 9


Para mantenerse en la plenitud, !Cuánto mejor es detenerse a tiempo!
Si continúas afilando y usando la espada, no durará mucho tiempo su filo.
Si llenas tu casa de oro y jade, no podrás protegerla continuamente.
Si acumulas riquezas y honores, sólo cosecharás calamidades.


Ésta es la Ley del Cielo:
!Retírate una vez realizada tu labor!

LaoTsé

13.3.11

Este no es un blog de poesía ...

... y yo no soy poeta. El motivo por el cual escribo haikus es porque los uso como "vía". Y es que no sólo de zazen vive el hombre. Medito de varias formas: Sentado, caminando, contemplando ... y escribiendo haikus. Es por eso que me causa gracia cuando alguien me dice: "Adoro tus haikus" y mas aún cuando salen con "tus haikus son pésimos". 

Pecaré de pedante, pero mis haikus no están escritos para Uds. Simplemente forman parte de mi vida y los escribo por gusto o disgusto, en paz o sumido en algún sentimiento extremo. 

Asi que todo adjetivo que se le dé a mi "trabajo poético" lo dejo fluir como hago con el resto de las criticas a mis formas y maneras. Y es que las cosas son como son, no como nos empeñamos que sean.

La imagen la tomé de aquí y no tengo ni la mas mínima idea de lo que significa

Rueditas de bicicleta

A lo largo de mi existencia siempre he tenido personas a mi lado que me han apoyado sin juzgarme, de puro corazón. 

Cuando niño era los ojos mi tía Albertina (hermana de mi abuela). De ella recibía cualquier cosa que le pidiera, siempre estuvo allí, cuidándome, haciéndome sentir cómodo, malcriandome. Mi tía Mirna, hermana de mi padre, tomó el testigo y hasta el día de su muerte se convirtió mi principal apoyo, se podría decir que fue la mejor amiga que he tenido. Mi padre, con todos sus defectos, para bien o para mal, fue un ejemplo para mi. Aunque no fue el padre perfecto (¿acaso eso existe?) supo darme unas cuantas herramientas para sobrevivir a un mundo que para él siempre fue duro. Mi tía Ana María, Dios, ¿Cómo describirla?. Ella es mi salvavidas pues siempre me ha dado cobijo en los peores momentos de mi vida. De mis amigos no hablaré, ellos saben quienes son y creo que ninguno lee mi blog. Son pocos, muy pocos, pero la reciprocidad del apoyo incondicional entre nosotros es incuestionable. 

Ahora bien, ¿Por qué carajo les digo todo esto? Bueno, últimamente me he dado cuenta de que me acostumbré a tener a alguien donde apoyarme y eso no está bien. Claro que esta bien contar con el apoyo de los seres queridos, pero uno no debe apegarse a ello.

He madurado, mi corazón se ha ido curtiendo con los años. He aprendido a que las heridas que quedan en el corazón sirven para recordarnos lo frágil que es. Pero también he aprendido a que muy pocas personas valoran eso y por tanto ahora dejo fluir los sentimientos, así solo conservo el apropiado para cada ocasión.

El tiempo se ha ido llevando a esas personas que fueron mis muletas, mis rueditas de ayuda para aprender a manejar bicicleta. Ahora, con las piernas atrofiadas por la costumbre, debo aprender a caminar de nuevo. Pero esta vez será solo, como debió de ser hace mucho tiempo. Ya me he dado tantos golpes que he aprendido a esquivarlos, he incluso puedo absorber algunos, así que no queda otra que empezar a andar...