23.11.07

No tenemos media cancha!

Como saben, dejo fluir todo a mi alrededor. Anoche me disponía a hacer mi rutina diaria de ejercicios cuando vi a los chicos de la cuadra reunidos en la entrada del edificio disponiéndose a ir a un partido de fútbol. Escuché sus anécdotas de cancha, los chistes, las bromas entre ellos (la mayoria pesadas) y recordé la época en que tuve la dicha de dirigir a más de un tercio de los que allí se encontraban. Cada quien se dirigió al lugar pautado por sus medios y al final nos quedamos H y yo hablando de cualquier cosa. Él me dijo: "¿Porque no vienes a vernos?" y yo pensé...¿porque no? Así que me fuí con el y un amigo suyo hasta el Club Los Cortijos, lugar donde estaba pautado el encuentro amistoso.

Ya Chaner tenía rato de haber llegado al Club, siempre es grato ver a Chanito. Me senté tranquilamente, como espectador, a presenciar el encuentro amistoso contra el equipo del club (o eso me dijeron). Los muchachos estaban totalmente desorganizados, muchos no tenían ni idea de donde pararse. CM se encargó de darle forma al equipo con la ayuda de su hermano C, que acarrea una fuerte lesión de rodilla. De a poco el partido avanzó y también lo hizo mi espectativa hasta que CM dijo las palabras que no queria escuchar "Gilbert, si quieres haz los cambios". Entre los dos tratamos de mejorar el juego del equipo con las herramientas que teníamos y se logró para el segundo tiempo moviendo jugadores hasta que logramos una alineación decente, tal vez la mejor que se podía. Lo que me gustó es que todo el equipo, sin ellos saberlo realmente, fué consultado para cada cambio o estratégia, y fué grato dirigir con un Carlos A muy centrado y objetivo a mi lado.

No entraré en detalles, pero fué un gran juego, muy animado, con las típicas peleas dentro de cancha, las genialidades individuales de cada uno, etc. Pero vi algo que no había visto jamás en nuestros equipos: Humildad y madurez. A todo el que se le dió instrucciones precisas, puso de sí para cumplirlas, hubo corazón.

Me divertí un mundo, pues estaban en cancha dos generaciones deportivas jugando hombro con hombro. No creo que vuelva a dirigir otra vez, pero anoche, al pisar el borde de la cancha, al ver como la estratégia funcionaba, al reunirme con mis excelentes (aunque algo golpeados) jugadores reforcé algo que todo el mundo sabe ... el fútbol es pasión, puro corazón.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es muy cierto el futbol es pasion y corazon, sobre todo si vez a la misma gente de la cuadra que desde mas o menos veinte (20) años estamos jugando juntos me incluyo por que deseo volver a mis viejos tiempos y creo que muy en el fondo tu tambien asi que animemonos para ver si recordamos esos viejos tiempos

Gilberto dijo...

Ya hablamos como tipos treintones quemados....coño, somos tipos treintones quemados...jajajajajaja

Anónimo dijo...

si es verdad somos treintones, ylesionados, pero con espiritu juvenil, y dejame decirte que despues de los treinta a los hombres se les desarrolla el reflejo a su maxima expresion

Gilberto dijo...

los reflejos estan intactos, pero las rodillas van palo abajo jejejeje