30.10.07

Los Ocho Versos del Adiestramiento Mental

Todo el mundo quiere ser feliz y no infeliz y todo lo que hacemos está dedicado a este final. Pero no solo lo debemos desear, sino también debemos saber y analizar las situaciones en las que estamos. Los problemas llegan, y por eso debemos aprender en las circunstancias, a manejarnos de una forma feliz. Y eso es lo que estos versos nos enseñan.
1. Qué pueda siempre apreciar a todos los seres sintientes, considerándolos más preciados que la joya que concede todos los deseos y aspirando a lograr el objetivo supremo.
2. Qué donde quiera que vaya y con quienquiera que esté, pueda considerarme inferior a todos, y desde el fondo de mi corazón pueda apreciar a los demás y considerarlos como más supremos.
3. Con todas las acciones vigilaré mi mente; que tan pronto surja un pensamiento descontrolado, pueda con fuerza rechazarlo inmediatamente, ya que me destruye a mí y a los demás.
4. Cuando me encuentre con seres perversos oprimidos por el peso de su falta de virtud y su sufrimiento, pueda cuidarle como si hubiera descubierto un preciado tesoro ya que estos seres son muy difíciles de encontrar.
5. Cuando por envidia otros me maltraten con injurias, insultos y demás, practicaré aceptando mi derrota y ofreciendo la victoria a los demás.
6. Cuando a alguien que he beneficiado y en quien he depositado grandes esperanzas me haga un daño terrible, practicaré considerándolo como él más grande de los maestros.
7. En resumen, tanto directa como indirectamente, ofrezco todo beneficio y felicidad a todas mis madres y que pueda asumir secretamente sus malas acciones y sufrimientos.
8. Sin manchar estas prácticas con la superstición de los ocho dharmas mundanos, percibiéndolos como ilusorios, practicaré sin aferrarme, para liberar a todos los seres de la esclavitud de la mente descontrolada y perturbadora del karma.
Fuente: Acharia

3 comentarios:

Siry Pérez dijo...

Excelente post, en nuestra mente están las respuestas a todas nuestras inquietudes, en nuestra mente está nuestro mayor enemigo, pero también está nuestro mayor aliado. Todos buscamos la felicidad como un objetivo o meta de vida, sin darnos cuenta que la felicidad es una consecuencia del día a día.

Victor Escalona dijo...

Muy buen post. Que lastima que el pensamiento occidental contradice casi todas tus recomendaciones.

Gilberto dijo...

Tu lo has dicho Victor. El cartuchito que nos meten casi al nacer, nos hace personas materialistas y vacias. Por experiencia propia te digo que cuesta un mundo ser budista en occidente, sacarse ese cassatte no es fácil.