no hay a quien

Sal de las sombras mariposa, escucha mis latidos;

Palmo a palmo tu piel se hace suave entre mis dedos;
siento tu respiración irregular, tus suaves gemidos;
es tu olor el de la pasión, son tus labios el deseo hecho forma;
tu cuerpo un reto y tu corazón un imposible, pues no estás;
tu voz deleita mis oídos, de promesas de un futuro sin presente;
tu ojos me revelan un pasado no merecido, una tristeza que ahoga...
...tu sonrisa en una mueca de resignación y autoengaño;
la niña, salva a la niña o muere mujer;
salva el amor o cae en la agonía del hubiera o el tal vez;
tú, mi mariposa, aquí está mi mano;
aquí mi corazón en carne viva, que sana con amor las heridas del amor;
aquí está mi mano mariposa, mi cansado corazón, mis ojos de verdad;
la esperanza puede más que la añoranza;
y al cerrar los ojos, la nada, pues solo la soledad escucha mis quejidos;
solo ella me acompaña, y la luna ya no entrega mis mensajes;
aún no es tiempo mariposa, pues el tiempo es de los dos;
dos almas un futuro, dos almas un amor;
no hay a quien.

gil