Un hombre en su paseo por el bosque encontró un capullo de mariposa y decidió llevarlo consigo. Un día apareció una pequeña abertura en el capullo. Y él se sentó a observar por horas como la mariposa luchaba por salir. Después de un gran esfuerzo se detuvo. Parecía que no podía avanzar más.
Al verla, el hombre decidió ayudarla. Tomó un par de tijeras y procedió a cortar lo que quedaba del capullo. La mariposa entonces pudo salir fácilmente. Pero tenia el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y partidas.
El hombre continuó observando la mariposa porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas crecerían y lograrían expandirse para soportar al cuerpo el cual se contraería con el tiempo.
De hecho nada ocurrió, la mariposa paso el resto de su vida arrastrando su cuerpo hinchado con sus pequeñas alas partidas, nunca fue capaz de volar.
Lo que el hombre, en su buena intención y apuro no comprendió fue que el restringir el capullo y el esfuerzo requerido por la mariposa para salir de este, por la pequeña abertura, es la manera que emplea la madre naturaleza para forzar el fluido desde el cuerpo hasta las alas de manera que estuviera lista para volar una vez que obtuviera su libertad del capullo.
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Las mariposas, a mi parecer, deben ser orugas por el tiempo que sea necesario... para que pueda ser, vivir, valerse, cuando finalmente extiendan las alas...
Puede que tengas razón, pero las orugas también tiene derecho a disfrutar este plano... Vuelen por el aire, o se mantengan pegados al piso, cada ser tiene su luz, tiene su encanto...
la oruga sabe,
5 comentarios:
No se, pero como personal NO?. Bueee, que se puede hacer, si es lo que pienso y creo.
AGOSTO 2007 10:50 p.m.
Un hombre en su paseo por el bosque encontró un capullo de mariposa y decidió llevarlo consigo. Un día apareció una pequeña abertura en el capullo. Y él se sentó a observar por horas como la mariposa luchaba por salir. Después de un gran esfuerzo se detuvo. Parecía que no podía avanzar más.
Al verla, el hombre decidió ayudarla. Tomó un par de tijeras y procedió a cortar lo que quedaba del capullo. La mariposa entonces pudo salir fácilmente. Pero tenia el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y partidas.
El hombre continuó observando la mariposa porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas crecerían y lograrían expandirse para soportar al cuerpo el cual se contraería con el tiempo.
De hecho nada ocurrió, la mariposa paso el resto de su vida arrastrando su cuerpo hinchado con sus pequeñas alas partidas, nunca fue capaz de volar.
Lo que el hombre, en su buena intención y apuro no comprendió fue que el restringir el capullo y el esfuerzo requerido por la mariposa para salir de este, por la pequeña abertura, es la manera que emplea la madre naturaleza para forzar el fluido desde el cuerpo hasta las alas de manera que estuviera lista para volar una vez que obtuviera su libertad del capullo.
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Las mariposas, a mi parecer, deben ser orugas por el tiempo que sea necesario... para que pueda ser, vivir, valerse, cuando finalmente extiendan las alas...
Besos...
hay orugas que nunca se convierten en mariposas.
preciosas orugas que nunca volaran
Puede que tengas razón, pero las orugas también tiene derecho a disfrutar este plano... Vuelen por el aire, o se mantengan pegados al piso, cada ser tiene su luz, tiene su encanto...
Al menos eso siento yo :-)
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