18.2.08

... nada ...

"Por un momento, todo desapareció abruptamente. No había ninguna playa, ningún océano, ningún sonido, ningún movimiento, ningún yo. Todo estaba unido en perfecta armonía, una nada repleta de todas las cosas. Fui colmado con una dicha y un asombro indescriptibles. El sentimiento duró sólo una fracción de segundo, pero nunca lo he olvidado. Años después, fue el recuerdo de esta experiencia lo que me condujo a la práctica zen".

Estudiante Zen Anónimo
imagen: Veer

1 comentario:

Libélula dijo...

esa nada te inunda y se convierte en TODO, trasnforma todo y cambia todo, lo he sentido un beos Gil, que estes bien...