Downtown II

A petición de mi hermano Héctor, he aquí el final de la historia del día de hoy. Pues bien, pagué justo el tiempo exacto en el cyber, donde también me comí dos paquetes de snacks y me tomé un refresco. Llegué a la hora exacta de la postergada cita para encontrarme...50 personas para la cita de empleo!! Cosa interesante que solo 2 cumplimos con el requisito de "Traje formal o semi formal, no se le ocurra venir en jeans". Nos dividieron en salas de 10 personas y nos dieron una charla corporativa acerca de la empresa y de nuestro próspero futuro en ella, típico de las trasnacionales. Luego llenamos una planilla de solicictud de empleo (para que carajo es el curriculo si siempre se llenan esas planillas, no tienen a nadie que las llene?) y uno de esos test psicotécnicos que te hacen sentir raro o diferente del resto de la humanidad. Preguntaron "hay alguien aqui que tenga estudios o experiencia en el área informática?"...levanté la mano al igual que otro chico ...y... COJE POR EL PECHO, otra prueba. En fin, todo fue minuciosamente cronometrado y la prueba de computación me pareció mas un insulto a mi inteligencia que un reto...25 preguntas en 2 minutos. El otro chico se lo tomó como un final de semestre y entregó 10 minutos despues. En fin, finalizado el proceso, la facilitadora cortésmente nos dijo: "los acompañaré a la calle"...sonó feo, preludio tal vez de lo que será el resto del proceso de selección, que, si me llaman, consta ahora de un curso presencial donde me enseñaran todo lo que debo saber sobre: Atención al Cliente (por amor a Cristo, repito, para que sirve el curriculo? 11 años haciendo eso y todavía debo demostrarlo). Nunca está demás una actualización. Nota para la juventud: Estudien como animales para vivir como gente, o para ser cadáveres cultos, pero estudien, para que no pasen trabajo como yo ahora jejejejeje. El viaje a casa fue el que esperaba, media ciudad en un autobus (buseta, guagua) que parecía que llevara cerdos en vez de gente y con vallenato a todo volumen. Pero me dejó a solo dos cuadras de casa de mi tía, donde vivo y pernocto.