en blanco

Venga, escribiré por escribir. Un día sin nada de inspiración no es de preocuparse, pues no considero que haya un motivo aparente. Esta semana ha sido calma, serena, fuera de lo normal. No llegan haikus, pero los fenómenos están allí. Vaya, creo que llegué a un punto que ya no soy mi enemigo, aunque parece más una especie de tregua. He dejado a mi ego salir a jugar un rato porque ahora tengo la capacidad de observarlo detenidamente y cuidarme de que no haga estragos, y si los hace, poco me importa. ¿Será que me hago amigo de mi mismo? No estaba preparado para esto, es gracioso, roza en patología psiquiátrica, ezquizofrénia tal vez. Pero bueno, todos tenemos nuestro toque de locura, o al menos los que lo admitimos. Por cierto, lean con detenimiento el título de mi blog y entenderán mejor este post, bueno, entenderán unos cuantos, pues mis haikus son una expresión de mi día a día. Esto lo digo porque algunos lectores presumen que cuando no me disparo a divagar es porque estoy "ausente", pero basta con leer mis haikus para darse cuenta de que esa afirmación está muy alejada de la realidad. Siempre estoy, pues como lo he dicho anteriormente mi blog es reflejo de mi alma.

Imagen: Veer