Por segunda vez publico este relato zen, pero en esta ocasión decidí acompañarlo con un haiku de mi autoría y mi percepción:
Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró una notable técnica cuando le dió al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. "Ahí está", le dijo el viejo, "¡a ver si puedes igualar eso!". Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. "Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme. Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. "Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro, "pero tienes poca habilidad con la mente que te hace errar el tiro".
Relato Zen Anónimo
Relato Zen Anónimo
libertad, desapego,
fugaz tu vuelo.
© gil
fugaz tu vuelo.
© gil
Pueda que muchos posean una técnica depurada, estudios y entrenamiento en su profesión u oficio, pero, ¿cuantos de ellos tienen la mente en lo que hacen?, ¿cuantos actúan con el alma o el corazón? ¿Cuantos lo dan todo, desapegándose de su propio Ego? El Ego no sólo dificulta el disparo certero, sino que impide pensar con claridad.
4 comentarios:
Gracias por tu visita a mi Blog, espero que tengas una feliz navidad y un feliz anho nuevo 2008
Un abrazo
Mariajose
Creo que este relato tiene una gran moraleja...
Y pasa má de lo que crees, que la gente no pone realmente corazón a lo que hace...
Y del ego, bueno, ni hablemos de ese señor...
"Saludos Monocromáticos"
A mi me parece que propone estar en el aquí y el ahora para poder conseguir el objetivo. Cualquier distracción haría que la mente y el corazón se fueran a otro sitio y perderíamos energía, por tanto, erraríamos en el intento.
Me gustó, gracias.
Un saludo desde este lado del continente y felices fiestas!
muy bueno, este cuento zen aparece en el gran juego y quise ver si estaba en la red, para tener ,as fuentes, buena historia pero esto no hace del gran juego un buen libro.
muy bueno este sitio, felicidades.
http://ferzvladimir.blogspot.com/
Publicar un comentario