Cuidando de buscar la Verdad según los demás,cada vez se retiraba más de mí …
Ahora ando sólo conmigo mismo,
y no hay otro más que yo;
no obstante, no soy él…
Una vez entendido esto,
Ahora ando sólo conmigo mismo,
y no hay otro más que yo;
no obstante, no soy él…
Una vez entendido esto,
9 comentarios:
Excelente.. me ha gusta mucho ese escrito..
Saludos
E tenido que leer esto muchas veces para entenderlo, cualquiera sea el problema, hace falta un poco de paz interior para resolver este tipo de problemas.
Saludos.
Hola Gil!!.. solo pasando a visitar a las estrellas.... te dejo un saludo y aunque ya casi no hablamos sabes que estas en mis pensamientos y oraciones... cuidate amigo!
Si, todo está adentro...
¿necesito buscar? ¿?
Un abrazo!!!
Lidia
Hola Primis! ¿Te digo algo? La verdad verdadera no existe... Solo debemos creer en lo que nosotros mismo percibimos y experimentamos. Sabes algo? Nadien aprende de las experiencias o tropiezos de los demas. Cuidate PRIMIS. Un Besote...
LIDIA: La vida es una eterna busqueda, queramos o no. ¿Es diferente buscar en el interior que en el exterior?
VICTOR: El escrito es un poema de un maestro zen. Ya sabes, cosas de iluminados. Tus escritos personales me parecen tanto o mas profundos y complejos que el que ofrezco aquí. Siempre es grato tenerte por aquí.
FOSCO: ¿Y que es la paz interior?¿No es una especie de tregua con nuestro Ego?
THAYRIS: Exacto prima. Todos tenemos nuestra verdad y ella es el motivo de nuestra existencia.
Pero si, si podemos aprender de los tropiezos ajenos, pues estos forman parte de los fenómenos que nos rodean y debemos incluirlos en nuestra contemplación.
Te quiero mucho prima, que grato tenerte por aquí.
Lourdes: No es necesario hablar a diario, la semilla de nuestra amistad hace mucho que es un lindo retoño. Tu también estas en mis oraciones, un beso y un gran abrazo.
Me hace bien leer este texto, me da vuelta mi cabeza como un guante...me hacía falta.
Gracias.
Un abrazo.
Para mi es diferente...
Si busco afuera me vuelvo insaciable...
Si busco adentro... creo que llego a la plenitud...
Si llego, te cuento.
Cariños,
Lidia
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