... la tarde se había puesto en contra con la igualada de la Real Sociedad. Pero lo peor estaba por llegar. A falta de cuatro minutos para el final, una amenaza de bomba obligaba a desalojar el Santiago Bernabéu. Lizondo Cortés mandó rápidamente a los jugadores al vestuario. Desgraciadamente, el fútbol pasó a un segundo plano, y, ejemplarmente, los cerca de setenta mil espectadores que presenciaban el partido abandonaron las instalaciones sin ningún problema. Sólo un deseo, que sea la última vez que un partido de fútbol se cierre de esta manera.
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