Un día, el sol y el viento se pusieron a discutir acerca de cual era mas fuerte, y el viento dijo:
Te demostraré que soy el mes fuerte. ¿Ves aquél anciano envuelto en una capa? Te apuesto a que le haré quitar la capa mas rápido que tú.
Se oculto el sol tras una nube y comenzó a soplar el viento, cada vez con mas fuerza, hasta ser casi un ciclón, pero cuanto mas soplaba tanto mas se envolvía el hombre en la capa.
Por fin el viento se calmo y se declaró vencido.
Y entonces salió el sol y sonrió benignamente sobre el anciano. No pasó mucho tiempo hasta que el anciano, acalorado por la tibieza del sol, se quitó la capa. El sol demostró entonces al viento que la suavidad, el buen trato y la amistad son siempre mas poderosas que la furia y la fuerza.
Te demostraré que soy el mes fuerte. ¿Ves aquél anciano envuelto en una capa? Te apuesto a que le haré quitar la capa mas rápido que tú.
Se oculto el sol tras una nube y comenzó a soplar el viento, cada vez con mas fuerza, hasta ser casi un ciclón, pero cuanto mas soplaba tanto mas se envolvía el hombre en la capa.
Por fin el viento se calmo y se declaró vencido.
Y entonces salió el sol y sonrió benignamente sobre el anciano. No pasó mucho tiempo hasta que el anciano, acalorado por la tibieza del sol, se quitó la capa. El sol demostró entonces al viento que la suavidad, el buen trato y la amistad son siempre mas poderosas que la furia y la fuerza.
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